martes, 21 de julio de 2009
Frank McCourt
El escritor Frank McCourt falleció este domingo a la edad de 78 años, según informa The New York Times. El autor, que estaba recibiendo tratamiento por un cáncer de piel, se hallaba ingresado en una clínica para enfermos terminales desde hacía dos semanas, tras contraer meningitis.
Frank McCourt nació en Nueva York en 1930, pero pasó su infancia en Irlanda, de donde era originaria su familia. La novela, a la que el escritor definía como “un libro modesto, escrito modestamente”, se publicó en 1996, cuando McCourt ya había cumplido los sesenta años y llevaba treinta ejerciendo como docente en un colegio. Pocos meses después de la publicación recibió el Premio Pulitzer, al que siguieron el Premio Nacional de los Críticos, el de The Angeles Times y el Abby. Hasta la fecha se ha editado en 27 países, traducido a 17 lenguas y ha vendido 17 millones de ejemplares en todo el mundo. El libro también fue llevado a la gran pantalla de la mano de Alan Parker, protagonizado por Robert Carlyle y Emily Watson.
En 1999 publicó ‘Lo es’, la segunda parte de sus memorias, y en 2005 ‘El profesor’. Su última obra apareció en 2007, ‘Ángela y el niño Jesús’, un cuento navideño para niños.El escritor vivía con su esposa Ellen, con quien se casó en segundas nupcias, y tenía además una hija, Maggie, y tres nietos.
Las cenizas de Angela
La Biografía que Frank McCourt da sobre la vida de su madre en Las cenizas de Ángela es casi tan dolorosa y terrible como la vida en Limerick, un pueblo de Irlanda sumido en la pobreza de la época.
El nacimiento de Ángela es un augurio de los sin sabores y atrocidades que la vida le depararía, en aquella desapacible noche, a caballo entre la Nochevieja y el Año Nuevo. Cuando cumplió su mayoría de edad su madre la mandó a América con unas parientas suyas, dos primas respetabilísimas.
Llegó a América con los aires de la Gran Depresión con lo que también tuvo la oportunidad de ver, lo que su madre llamó “el lugar de las inutilidades de todo tipo”.
Sería al poco de llegar a Nueva York y en una fiesta, donde conocería al que, meses más tarde, sería su marido. Malachy era un hombre de Irlanda del Norte, alcohólico y con un aire raro, algo que tal vez fuera característico de los de su ciudad natal.
La vida de Ángela no mejoró demasiado con esta boda, que, por el contrario, lo único que hizo fue empeorar. Malachy no trabajaba y se gastaba el dinero que el Estado les daba como ayuda en las tabernas irlandesas, acompañando a otros de su calaña, mientras vaciaban espumantes jarras de cerveza negra.
En menos de tres años ya habían tenido 5 hijos. Con su vuelta a Irlanda no mejoró nada su situación y lo único que conseguirían sería la ayuda que la Conferencia de San Vicente de Paul les daba. Iban vagando de barrio en barrio, a cuál más pobre y mugriento, en donde lo único que conseguirán será perder 3 de sus hijos.
Lo único positivo para Ángela será el intento de culturizar a sus hijos, quienes se verán un poco apartados por sus compañeros de escuela por tener sangre de Irlanda del Norte. En este caso incluso se nos presentará el conflicto existente entre los propios colaboradores del IRA.
Frank McCourt será el que con su vuelta a América abra un atisbo de luz en sus oscuras vidas. Con esto acabará la primera parte de su biografía y nos contará el final de su historia en Lo es. Su autor nos impregna de dureza, dolor y horror su propia historia, donde también es capaz de dejarnos entrever la belleza y el amor.
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