jueves, 23 de abril de 2009

Juan Márse


Juan Marsé, legendario escritor español de la década de los 60, que tuvo que lidiar casi solo en el mercado contra el talento de los advenedizos escritores latinoamericanos del Boom, considerado un "cronista" de la Barcelona de la posguerra y célebre por andar siempre malhumorado obtubo el Premio Cervantes 2008, la distinción más importante de las letras españolas, dotada con 125.000 euros. El autor de Últimas tardes con Teresa y Rabos de lagartija,entre otras obras, se ha impuesto a los escritores que también sonaban como favoritos, como los novelistas Ana María Matute y Javier Marías, el dramaturgo Francisco Nieva y el poeta José María Caballero Bonald, además del uruguayo Mario Benedetti. El nuevo Cervantes ha dicho esta tarde en una rueda de prensa en Barcelona que el dinero del premio se lo gastará "en vino y mujeres". Marsé también ha dicho que la literatura "no tiene nada que ver con los premios" pero se ha mostrado ilusionado con el galardón, que ha sido una "sorpresa relativa" porque sabía que era finalista. Ha añadido que mientras se anunciaba el premio estaba en la consulta del cardiólogo, que le notó algo nervioso. No supo la noticia hasta que, de vuelta a casa, se lo anunciaron los periodistas que le esperaban a la puerta. Para él, este premio "tiene mucho prestigio, y después, tiene una dotación económica muy importante". Uno de los mejores novelistas de la segunda mitad del siglo XX, Marsé ha obtenido así el reconocimiento a una de las obras más sólidas de las letras españolas, que incluye títulos como Últimas tardes con Teresa (1965), con el personaje memorable del Pijoaparte, un avispado escalador social, y Rabos de lagartija (2001), que le valió el Premio Nacional de Narrativa y el Nacional de la Crítica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario